Desconfio (y viceversa)

Desconfio de la gente que dice que sabe demasiado.
Desconfio de la gente que me sonrie una vez, y a la siguiente se olvida de mi nombre.
Desconfio de las palabras que me dicen una cosa, y de las acciones que me demuestran otra.
Desconfio del que sonrie todo el tiempo, porque nadie es feliz 24/24 hs.
Desconfio del que no me mira a los ojos, porque no puede sostener una mirada.
Desconfio de la gente que se retira cuando es necesitada.
Desconfio de mi misma, a veces, cuando mis ansias bloquean mi ser.
Desconfio de quien nada cuestiona, nada pregunta.
Desconfio de quien jamas se rebelo ante nada.
Desconfio del que se esconde entre las sombras, y siembra dudas y miedos.

Y confio...
Confio en mi misma. Siempre. (Tambien cuando desconfio).
Confio en quien me tiende la mano sin pedir nada a cambio.
Confio en el sol, porque siempre esta ahi.
Confio en el que sabe realmente, porque puedo recurrir a el para preguntar y cuestionar.
Confio en las personas que me miran a los ojos de frente, y sonrien, y se enojan, y me interpelan, y me sacuden con honestidad y buena voluntad.
Confio en mis hijos profundamente, porque si, porque son mis hijos.
Confio en los amigos, pocos pero infinitamente valiosos, que estan ahi.
Confio en Dios, porque confio en mi, porque confio en El.
Confio en la vida. En el futuro que vendra. En el pasado que me hizo quien soy. En el presente que construyo segundo a segundo.
Confio.
Y desconfio.
Como todo el mundo a mi alrededor.