Creo que una de las cosas mas dificiles en esta vida, es aprender a despedirse. No me gusta, no me hace feliz, no me gratifica, pero tengo que hacerlo. Como arrancarse una curita a la enesima potencia, desprenderse de lo que no me hace bien es un mal necesario. A veces cuesta darse cuenta, a mi me cuesta darme cuenta, o quizas... yo ya lo se desde hace mucho, pero no quiero verlo...
Hay situaciones que nos lastiman. Y con ese afan maldito de no querer perderme de nada, acepto, y despues me enojo, y trato de olvidar, y acepto de nuevo, y otra vez viene la decepcion. Es el famoso circulo vicioso, en el que nadie me obliga a estar, solo yo soy la responsable, porque solo yo soy la artifice de mi camino. Nadie me fuerza, nadie... A veces somos nosotros nuestros peores enemigos.
Cuantas veces volcamos en el otro todos nuestros deseos y reflejos de la realidad acomodada segun nuestro gusto. Construimos una imagen perfecta, o casi, pero si hay defectos, los amoldamos a nuestra convenciencia. Y seguimos creyendo... Sera que lei demasiados cuentos de hadas, demasiadas paginas de principes convertidos en sapos, todos finales felices comiendo perdices, y brujas malas castigadas por sus crimenes?
Pero no soy una tonta ilusa, que se cree todo, y asiente todo el tiempo. Soy una mujer adulta, que razona y mira de frente lo que la vida le muestra. Al menos, la mayor parte del tiempo soy asi. Hay momentos en los cuales asoma mi costado mas ingenuo, el que quiere creer lo que mas le conviene, y no lo que es. En esos momentos tengo que tener dominio de mi misma, y probarme que no he vivido 41 primaveras en vano. Y entonces mi cabeza se endereza, mis ojos se abren a lo que tengo delante, y me la banco. Otra vez me la vuelvo a bancar. Y digo chau.
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Siempre somos nosotros, nuestros peores enemigos
ResponderEliminarCz
Mi querida difunta correa!!!!
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