Que pasa con nosotros cada vez que perdemos algo? Que pasa con nosotros cuando perdemos a alguien? Cuando las experiencias vividas juntos se transforman en recuerdos que ya no podremos repetir jamas... en que lugar de nuestro cuerpo se almacenan? Si perdemos a un padre, por ejemplo, los abrazos, los consejos impartidos, las miradas complices, las palabras de aliento, la mirada buscando la aprobacion... quedan en nuestro corazon, nuestra mente, nuestros ojos, o en nuestras manos, que siguen buscando, sin encontrar, ese contacto...
Y cuando perdemos a un amante? Donde quedan los momentos de intimidad, esos abrazos despues de hacer el amor, el acurrucarnos junto al otro, las risas, las sonrisas, las caricias que nos hacen falta... a un padre no podemos reemplazarlo por nada ni por nadie, es esa clase de amor que no tiene sustituto, pero que esta dentro de nosotros entibiandonos el alma. Pero a un amante... podemos reemplazarlo por otro? O no queremos?
No quiero pensar en la perdida de un hijo. Es demasiado cruel, demasiado injusta, demasiado. Demasiado para palabras. Yo no las tengo. Ni quiero tenerlas.
Y que pasa cuando perdemos lo que nunca tuvimos? Cuando la ilusion nunca se transforma en realidad, cuando al final de la fantasia, lo unico que nos queda es justamente eso: una fantasia que jamas vio la luz. Por que tendria que estar triste por lo que nunca tuve? Pero si. Uno se entristece de pensar en todo aquello que quedo en el camino, las ilusiones y los proyectos que nunca fueron, los suenios que se quedaron en nuestra imaginacion, los abrazos que no llegaron, los besos que no dimos, las caricias que no recibimos, por cobardes, o porque simplemente no hubo oportunidad...
No quiero perderme de nada. Ese es quizas, ahora que lo pienso y lo escribo, mi mayor defecto. Quiero todo. Y la vida no siempre nos lo da. No es tan facil, pero sigo creyendo que vale la pena intentarlo. No puedo tener todo como yo lo querria, pero puedo tener pedacitos de felicidad compartimentados... Prefiero eso antes que la nada. Miro por mi ventana, y la feroz tormenta de anoche, que derribo arboles, y arruino autos y casas, ya esta dando paso a un cielo azul claro. Y me digo que si, que puedo seguir intentandolo, porque ese padre perdido sigue estando, el amante que ya se fue, nos dio algo, los proyectos del pasado dan lugar a los del futuro, y lo que nunca tuve... todavia tengo tiempo de tenerlo. Y sonrio. Invariablemente, sonrio.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)

No hay comentarios:
Publicar un comentario