Hoy mientras manejaba estaba pensando en una nueva entrada para el blog. Era de pura rebeldia. Rebeldia contra los que manejan llevandose todo por delante, rebeldia contra un sistema que empuja a miles a sobrevivir detras de un carro, o a chicos como mis hijos a vivir en las calles. Rebelde contra las revistas que me indican como tengo que pensar, comer, vivir, comprar, peinarme y vestirme apropiadamente despues de los 40. Furiosamente rebelde contra los estereotipos odiosos en los que se suele encasillar, rebelde contra las personas que creen conocerte y se animan a juzgarte, rebeldia pura contra los que se esconden detras de la tecnologia.
Rebelde nomas, revelada ante mi misma despues de mucho tiempo de esconderme detras de una fachada siempre sonriente y serena, y revelada delante del mundo ante el cual tambien me rebelo.
Rebelde mal contra los medicos que mantienen presos a sus pacientes con medicamentos y palabras de vibora, rebelde con causa contra las supuestas etapas de la vida que tengo que cumplir, rebelde sin causa contra los cobardes que se dicen valientes y directos.
Pero todo cambio cuando entre al blog y lei los comentarios que me habian dejado, aqui y en el facebook. Ahi me desarme. No soy ninguna superada, y ver que habia mujeres que se sentian de alguna forma en concordancia con algunos de mis pensamientos, y hombres a los cuales les habia gustado, y quizas tambien se habian identificado con tal o cual cosa... fue una verdadera "caricia del alma"... Uff! Es la primera vez que escribo o digo esta frase, es un cliche barato y vergonzoso, pero por alguna razon describe lo que siento.
Gracias.
Gracias.
Gracias.
No soy una gran escritora, ni una pensadora profunda, ni filosofa reconocida... Ni siquiera soy una exitosa ejecutiva, o madre brillante... Soy solo una mujer comun y corriente... (y ahi va otro cliche barato, este de pura yapa nomas...)